14 octubre, 2024

Una fiesta de 15 años ya cuesta tres veces más que un viaje a Disney

¿Viaje o fiesta? Es la pregunta que se hacen muchas familias que tienen una hija que cumple 15 años. En otros momentos, las opciones estaban empatadas o cercanas en rangos de valores requeridos. Hoy resulta cuatro veces más caro pensar en una fiesta de 15, que en promedio cuesta 25 millones de pesos, que en un viaje a Disney, que cotiza en 6 mil dólares.

Por el lado del viaje, un ejemplo que acercan desde Auckland Turismo muestra que los precios varían desde 4.900 dólares a 6.900 dólares dependiendo de la cantidad de días, ya que los productos van de 9 a 15 jornadas. El paquete básico incluye los aéreos ida y vuelta, los transfer del aeropuerto al hotel, traslados y entradas a los parques Disney y Universal Studios, y en los más largos agregan Sea World y Busch Gardens. La pensión es completa, con la coordinación y cobertura médica incluidas.

“Hay familias que ya vienen decididas a hacer el viaje, y otras consultan porque están decidiendo comparando con la fiesta. Años atrás, iba a Disney el que tenía mayor poder adquisitivo, porque el viaje era más caro que el festejo. Hoy es al revés. Además, en un evento siempre aparecen gastos nuevos. Acá ya tienen el valor cerrado cuando contratan dos años antes, lo van pagando de a poco y saben que no hay ninguna sorpresa extra”, explicó Adrián Cuatrini, responsable del departamento Quinceañeras.

Cuatrini asegura que la demanda de Disney a los 15 ha subido muchísimo en los últimos 20 años. “Antes era un mercado reducido y selecto, y el viaje salía más caro o igual que una fiesta. De a poco el boca a boca de las chicas que viajaban y sus padres, más el cambio cultural de la gente que empezó a viajar más, hizo que se vaya ganando un mercado. La ecuación del costo se dio vuelta. Y las facilidades para pagarlo, sin cuota obligatoria, lo convirtió en algo más atractivo”, especificó.

Como todo viaje internacional en dólares, cuando hay devaluaciones abruptas en el país, el consumo de viajes al exterior se retrae y puede haber vaivenes. “Obviamente, cuando sube el dólar pega porque el papá tiene miedo. Pero la gente que ya arrancó sigue pagando, no hay cancelaciones. Hoy por la recesión la gente se cuida más, pero siguen viniendo a consultar y la inflación en pesos le juega de favor a los viajes internacionales”, explicó.

A economizar

Una fiesta de 15, claro está, tiene otro rango de presupuesto porque hay múltiples variables: el alquiler del salón, comida y bebida, pastel y mesa dulce, ambientación, técnica (luces y sonido), DJ, animación, cotillón y barra son algunos de los elementos que encarecen una fiesta. Además, ahora hay una infinidad de extras como cámara 360, cabina de fotos y stand de maquillaje.

Siempre pensando en un festejo de 100 personas, con todos los elementos básicos y pensando en rangos amplios y una idiosincracia rosarina tradicional, un paquete económico hoy puede costar entre 8 y 12 millones de pesos. Uno medio, entre 20 y 30 millones. Y uno alto, de 40 a 80 millones. La opción ultra premium, con mucha producción y todos elementos tope de gama, puede llegar a los 80 mil dólares.

“Hay mucho rango de presupuesto. Los festejos personales es una de las primeras cosas que se revisan a la baja cuando el bolsillo no tiene para ofrecer. Fiestas más simples, más chicas, con menos gente y desarrollo, o con formatos mas económicos como fiestas que invitan solo a las nenas, fiestas a la tarde para evitar gastos en luces o al aire libre para ahorrarse la ambientación, y fiestas grupales entre varias adolescentes que cumplen años”, aclaró el productor de eventos Pablo Chufeni.

Con estos valores que lo alejan cada vez más del viaje, este año los festejos fueron sensiblemente menos que en todo el período post pandemia: “Era habitual que de un curso de colegio, al menos la mitad de las nenas hicieran fiestas, y de esa porción, un tercio hiciera fiestas con desarrollo y contenido. Hoy las que festejan en un curso de colegio son las menos, y las que acceden a fiestas con planners y proyectos mas importantes, son muy pocas”, explicó Chufeni.

Segmento medio y bajo

En el segmento bajo, también viene creciendo un formato estilo viaje de egresados o graduaciones, en el que los padres pueden ir pagando el cumpleaños en cuotas, con tarjeta de crédito, y acceden a paquetes tipo enlatados poco o nada personalizables. “El de eventos posiblemente sea uno de los rubros de actualización más directa en términos de inflación. Se acortó mucho el plazo de contratación. Cada presupuesto se cotiza al momento de presentarlo”, explicó.

En términos de contenido de las fiestas, la tendencia es la misma que en el resto de la sociedad: se prioriza la foto por sobre la experiencia. Por eso, tener un Photo Opportunity que esté bueno es uno de los elementos que marcan la diferencia, ya que poder subir fotos lindas a las redes es prioridad. Particularmente en el segmento bajo/medio, la gastronomía sigue perdiendo terreno frente a otros ítems como el show y la animación. Pero sobre todo frente a la técnica: luces, pantallas y particularmente la situación de la cabina de DJ.

No solo bajaron las ejecuciones de 15 años en lo que va del 2024, sino que además las consultas por el 2025 vienen lentas y escasas. Tiene sentido cuando ves la contracción en consumo. El segmento esparcimiento/ocio/cultura es el más castigado, con un interanual del 27%. Si eso se pudiera desglosar y tomar la contracción en cumpleaños de 15, yo me arriesgo a estimarlo en un 50 o 60%”, afirmó Chufeni.

Por eso, las familias que estaban embarcadas en festejar los 15 de sus hijas, van llegando a puerto con mucha muñeca. Los proveedores no están trasladando todos los aumentos y buscan mantener la operación en movimiento. “Es un rubro que como sobrevivió a la pandemia, tiene anticuerpos muy altos de resistencia frente a la dificultad. De todos modos, las expectativas de reactivación siguen siendo escasas. Sobre todo porque el resto del arco de clientes por fuera de las quinceañeras, también están en la misma línea”, aportó el profesional.

Eventos de alta gama

En cuanto a los estratos más altos, el productor de eventos Adrián Pavía afirma que el mercado se diversificó, porque antes el 90% de las grandes fiestas eran bodas. y hoy son los cumpleaños de 15, que tienen megaproducciones: “La vara está cada vez mas alta porque las adolescentes son mas competitivas, todas buscan tener un proyecto que sea mucho mejor que el que vieron la semana pasada. Hablando de la clase media para arribauna fiesta puede estar entre los 150 invitados hasta 300 o más“, detalló.

En su visión, lo que más influye hoy en definir cuántos invitados habrá es el valor del catering, porque eso puede ser un diferencial alto en el precio: un servicio muy bueno ronda los 165.000 pesos por persona, y uno normal acomodado entre 80.000 y 100.000 pesos con recepción, entrada, plato principal, postre, mesa dulce y final de fiesta. Una barra de tragos cuesta entre 28.000 y 35.000 pesos por persona en una fiesta de 8 horas.

Esos valores cuentan para los adultos. “En el caso de los adolescentes, ronda 65.000 pesos y hay una tendencia de que los chicos sean libres, se atiendan en sus kioskitos y se sirvan hamburguesas, nuggets, helados o popcorn. Perdieron el hábito de sentarse a la mesa y comer, están en la onda de livings y buscan comida cuando quieren”, señaló. Haciendo un cálculo osado, todo esto arroja un gasto de unos 15 mil dólares en gastronomía.

La ambientación es otro aspecto oneroso: “Ya no hay proyectos que se repitan como antes, se busca que sea disímil y la materialidad que tiene el evento (puede estar inspirado en temáticas como una tormenta o Nueva York) es específica”, lanzó. Y calcula que una ambientación económica pero buena puede costar 7 mil dólares, y otra puesta en escena con diseño y produccion de material, puede partir de los 17 y llegar hasta 30 mil dólares.

La técnica de soporte es un elemento que ha cambiado. Lo que antes se arreglaba con tres lamparitas, dos foquitos y un flash, hoy requiere tecnología, pantallas gigantes, máquinas de Co2 que producen humo blanco, láser y papelitos. “Sin eso no tiene la misma impronta. Y esto incluye la iluminación. El proveedor te alquila un cabezal móvil que le costó 30 mil dólares. Por eso este apartado suele tener un valor similar al de la ambientación, unos 17 mil dólares“, especificó Pavía.

Otros gastos

A todo esto hay que sumarle un fotógrafo (1000 dólares), videógrafo (1100 dólares), el pastel, los regalos para invitados, el vestido (1.500.000 pesos), make uppeluqueríazapatos, un DJ (si es un crédito local, entre 1.100 y 1.500 dólares), el show en vivo con una banda o cantante, los bancos de maquillaje tipo glitter, stickers, papelería e invitaciones que también hacen al presupuesto general.

A eso hay que agregarle los honorarios del plannercobran desde 1.000 a 3.500 dólares. Este cálculo arroja una cifra total de entre 60 y 80 mil dólares “para una fiesta muy bien hecha, con mucha producción”. según el productor de eventos, quien aclaró que este tipo de fiestas “son para una gama muy selecta que no tiene que elegir entre el festejo y el viaje, porque ya lo hizo”, sino que se trata de un despliegue simbólico de poder económico y status social.

Claro está que hay opciones más bajas: “Hay cosas más económicas, porque el mercado está golpeado. Pero la calidad va a venir de la mano del precio. El alquiler de un local bien puesto ronda los 1.900.000 pesos. Se puede hacer algo bueno por 30 mil dólares con todo, pero sacás metros de pantalla, la mesa dulce no se verá tan completa y el pastel tampoco será el mejor”, cerró Pavía.

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