Condenaron al propietario de Yeruvá por defraudación: perfil de Miguel Requena

Compartimos una nota publicada por los colegas de Esperancino.com.ar.

Jorge Valdano repite cada vez que puede que “el poder y el dinero no cambian a las personas… les permite sacar a la luz lo que verdaderamente son”.

Sin temor a equivocarnos podríamos utilizar estas palabras para definir a Juan Miguel Requena, el polémico hombre de 72 años dueño de la empresa Yeruvá, ubicada en el noreste de Esperanza y con ramificaciones en distintas partes del país y negocios a nivel mundial, quien acaba de ser condenado por defraudación al fisco nacional en ocho ocasiones en los reintegros del IVA por exportación.

Llegó a la ciudad “con una mano adelante y otra atrás”, se acercó al poder político -al que le pidió todo tipo de favores, tanto a nivel municipal, provincial y nacional- y merced a los “finos contactos” de su socio Roberto Gay se movió muy bien.

La industria creció, amasó una verdadera fortuna y durante años se cansó de hacer lo que quiso en materia medioambiental, porque los olores eran insoportables y bastante seguido aparecían volcamientos de efluentes en lugares no habilitados, poniendo en riesgo la salud de la población.

Lo mismo pasó en otras ciudades donde Yeruvá tiene plantas operativas: existieron actuaciones, pero el poder y el dinero le permitieron zafar… una y otra vez.

Mientras todo esto sucedía, Miguel Requena negaba los hechos y acusaba al periodismo -los pocos colegas que en Esperanza se animaban a hablar-, sosteniendo que inventaban las situaciones para perjudicarlo y se reía, como siempre.

Hizo lo propio cada vez que los vecinos le reclamaron por los olores nauseabundos: con su habitual soberbia, disimulada en la sonrisa que pareciera estar dibujada en su rostro, les tomó el pelo y recién tras largos años de causar molestias muy serias a los habitantes, la empresa mejoró bastante, aunque la solución definitiva nunca llegó.

Podríamos escribir varias carillas sobre los atropellos de Requena en distintos ámbitos… Maltrato a empleados en Yeruvá, un allanamiento en las oficinas de nuestra ciudad por parte de la entonces fiscal de Las Colonias María Laura Urquiza -que increíblemente quisieron negar que haya sucedido-, movilizaciones del gremio por incumplimientos hacia los trabajadores, dinero a medios de comunicación para que le hagan notas “pintándolo” como una persona inteligente y que se preocupa por la comunidad, cuando esos aportes en verdad terminan escondiendo la mugre debajo de la alfombra y nadie quiere hablar de la contaminación, y otras tantas situaciones dejan desnudo al hombre que se cree “el nuevo playboy” esperancino, pero en realidad es un empresario de dudoso comportamiento ético y escasas convicciones.

El nuevo rico estafó al Estado

“Está probado que la firma Yeruvá obtuvo fraudulentamente beneficios fiscales por exportación en perjuicio del fisco nacional», sostuvo el juez Luciano Lauría al condenar por defraudación a Miguel Requena, fallo que se conoció hace unos días y que “sorpresivamente” casi ni figuró en los medios esperancinos (volvemos a la plata de Requena y compañía para que lo “vendan” como serio y responsable, al tiempo que esconde su verdadera cara).

“El rey del verso” -en el mundo de los negocios muchos coinciden en señalar que “si te dejás conversar por este personaje, te termina cocinando”-, ¿será capaz de negar que el Tribunal Oral en lo Criminal Federal de Santa Fe lo condenó como presidente del directorio de la firma Yeruvá por haber defraudado al fisco en los reintegros del IVA? ¿O por primera vez quien se cree todopoderoso entenderá que es terrenal y que después de tantas, algunas tiene que pagar?

Cabe señalar que ese fallo del Tribunal Oral Federal surgió en el marco de un juicio abreviado alcanzado entre la fiscal auxiliar Jimena Caula y el abogado defensor Leandro Corti.

Para que se entienda, este polémico empresario reconoció los hechos para recibir una pena menor y terminar el pleito… No hay malentendidos ni nada raro: se quedó con dinero de manera deshonesta… El mismo que junto a su socio Roberto Gay dos por tres esgrime críticas al Estado y le pide eficiencia en “las cátedras” que da por televisión, termina perjudicando al Estado, o sea a todos nosotros.

Pena ligth y aprietes

Como estamos en Argentina y muchas veces la ley tiene un peso para la enorme mayoría de los ciudadanos y otro muy distinto para los ricos y personas con contactos, la condena estipula un año de prisión en suspenso y el cumplimiento de reglas de conducta por el doble de tiempo para Juan Miguel Requena, de 72 años.

De ninguna manera la defraudación al fisco es algo “puntual” dentro del largo recorrido de Requena, Gay y compañía… Queda claro que engañar al Estado, ningunear a los empleados, contaminar y otras tantas cuestiones que nada tienen que ver con empresarios ejemplares, marcan el camino de los que se creen “grandes señores” y en el fondo son detestables.

Con seguridad lo que más le preocupa a este empresario es la trascendencia pública del tema, porque el fallo da risa… ¿Será por este motivo que hubo movimientos durante todo el fin de semana para tratar que no se filtre este asunto en los medios de Las Colonias?

“Prefiero molestar con la verdad que complacer con adulaciones”, decía el filósofo Séneca y ese es el eje de nuestro trabajo diario, pero ante mensajes enviados por distintas vías a este portal, hacemos absolutamente responsable a Requena y su equipo de cualquier “accidente” que pueda ocurrirle a los integrantes de Esperancino.com.ar, al tiempo que queda este escrito como testigo para la Justicia, por si algún trasnochado que no puede negar los hechos ni discutir argumentos toma el camino de la venganza por medio de la fuerza.

Como cierre de este artículo compartimos otra frase, en este caso de Abraham Lincoln, que el dueño de Yeruvá debería leer varias veces para ver si comprende cabalmente el significado y a raíz de eso modifica su comportamiento: “Puedes engañar a todo el mundo algún tiempo, puedes engañar a algunos todo el tiempo, pero no puedes engañar a todo el mundo todo el tiempo”.